KNOXVILLE, Tenn. — Según el Departamento de Policía de Knoxville (KPD), 17 personas han muerto este año a causa de tiroteos en la ciudad. Indicaron que 13 personas perdieron la vida sólo en los dos primeros meses del año.
Varias ciudades alrededor de los Estados Unidos también están experimentando un aumento en la violencia con armas de fuego, lo que está empujando a los líderes a hacer cambios.
Algunos dicen que la colaboración es la clave para resolver el problema.
Los líderes de Knoxville están haciendo esfuerzos significativos para detener la violencia armada y abordar las preocupaciones de la comunidad, y la alcaldesa Indya Kincannon hizo hincapié en la colaboración para hacer frente a la violencia.
"Mantener la seguridad de las personas no es algo unidimensional", indicó la concejal Janet Testerman.
Kincannon también está asignando $1 millón para nuevas estrategias basadas en evidencias.
Indicó que estos esfuerzos tienen enfoques basados en la evidencia y están destinados a llegar a las personas que son más propensas a cometer violencia, así como a las víctimas, con el fin de interrumpir los ciclos de violencia.
En febrero, KPD puso en marcha un equipo de reducción de la delincuencia violenta y formó una brigada de patrulla mejorada para trabajar directamente con la comunidad y resolver problemas.
A la brigada de patrulla se le encomendó no sólo la tarea de disuadir la actividad delictiva, sino la de recorrer los vecindarios y conocer a la gente de la comunidad.
Un portavoz de KPD indicó que en 35 días, esa brigada encontró 23 armas de fuego ilegales, numerosos narcóticos y realizó 94 detenciones por delitos graves.
"Mi preocupación principal es que todavía hay demasiadas armas en las calles que llegan a manos de los jóvenes y los niños", indicó la vicealcaldesa Gwen McKenzie.
Debido al resultado, la brigada temporal se convirtió en algo permanente: el Equipo de Respuesta de Compromiso con la Comunidad. Trabajan a diario para resolver los problemas de la comunidad.
"He escuchado comentarios muy positivos de la gente, que dice que es bueno ver a los agentes caminando por el vecindario y hablando con la gente, estableciendo relaciones", indicó McKenzie.
"Se trata de poner las botas en el suelo, de crear vigilancia, de crear apoyo", mencionó Testerman.
Los líderes dijeron que los esfuerzos son un paso en la dirección correcta, pero el cambio permanente tomará tiempo.
La ciudad también está invirtiendo en la pobreza y la salud mental para detener la violencia.
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