Luego de décadas de intentos fallidos para aprobar una legislación comprensiva sobre la inmigración, los demócratas en el congreso y el Presidente Joe Biden están dando señales de aceptación a un enfoque gradual.
El jueves, presentaron un amplio proyecto de ley que pudiera proveer un camino de ocho años para obtener la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes indocumentados. También existen otras provisiones, pero los demócratas no han querido comentar sobre las mismas.
“A pesar de que apoyo una reforma migratoria completa y comprensiva, estoy listo para continuar de manera gradual, porque no quiero terminar con buenas intenciones en mis manos y no tener nada'', indicó Henry Cuellar, representante de Texas. “Prefiero tener progreso.”
El enfoque pragmático es un reconocimiento claro de los intentos fallidos para llevar a cabo una revisión a gran escala sobre la inmigración y de cómo el éxito sería aún más difícil dentro de un Congreso altamente polarizado y casi dividido.
La legislación de los demócratas refleja las amplias prioridades para cambios en la inmigración presentados por Biden durante su primer día en oficina, incluyendo un aumento en visas, más fondos para procesar solicitudes para asilos, nueva tecnología en la frontera del sur y fondos para el desarrollo económico en países latinoamericanos.
Pero defensores de la inmigración expansiva indican que pueden considerar proyectos de ley menos amplios que se enfoquen en la ciudadanía para grupos como jóvenes inmigrantes que llegaron a los Estados Unidos cuando pequeños por medio de sus padres, para trabajadores en la agricultura y otras labores esenciales.
“Se lo que es perder en proyectos de ley pequeños y grandes. El temor que las personas han experimentando en los últimos cuatro años merece cada oportunidad, cada proyecto de ley para remediarlo,” indicó Greise Martinez Rosas, directora ejecutiva de ‘United We Dream’, un grupo de defensores de la inmigración.
La amplia legislación, que incluye un camino hacia la ciudadanía pero no va dirigida tanto a reforzar la seguridad de la frontera típicamente ofrecida para ganar votos republicanos, enfrenta pocas probabilidades ya que la ventaja que posee los demócratas en el Congreso es mínima.
Aun antes de presentar el nuevo proyecto de ley, los demócratas estaban frenando las expectativas sobre el resultado final. Dick Durbin, miembro del equipo de liderazgo demócrata del Senado, indicó que cualquier proyecto de ley por parte del Senado “no alcanzará los mismo niveles” de la propuesta de Biden.
Ciertamente, los proyectos de ley negociados por los equipos formados por legisladores bipartidistas fallaron en múltiples ocasiones durante la administración del republicano, George W. Bush, y en 2013 durante la administración del demócrata, Barack Obama.
El republicano, Donald Trump, firmó una legislación que aumentó la seguridad en la frontera y tomó acción ejecutiva para restringir la inmigración legal a los Estados Unidos y removió algunas de las protecciones implementada por Obama para los inmigrantes que residen en el país. Biden firmó un sinnúmero de órdenes ejecutivas eliminando algunas de las restricciones por parte de Trump, pero prometió que durante su campaña y transición, la revisión con relación a la inmigración será la prioridad principal.
El jueves, la Casa Blanca insistió que no ha tomado ninguna decisión sobre la estrategia. Pero múltiples organizaciones de inmigración indicaron que durante conversaciones recientes, oficiales administrativos habían dado señales de estar abiertos a un enfoque de varios niveles en donde los legisladores pudieran promover y continuar con un proyecto de ley comprensivo y a la misma vez dedicarse a asuntos individuales.
Cuellar, quien estuvo en oficina durante la mayoría de esos intentos fallidos, indicó que muchos en el Caucus Hispano del Congreso están aún comprometidos con una revisión comprensiva. Indicó que la Casa Blanca se comunicó con él mencionando que comenzarán con un amplio proyecto de ley, pero agregó que “Con suerte, la realidad afectará a las personas,” y más legisladores se unirán a la idea de un enfoque gradual.
Ciertamente, el martes por la noche, Biden sugirió durante una ‘town hall’ con CNN que “hay cosas de las que yo me ocuparía.” Uno de los patrocinadores principales del proyecto de ley, el senador de Nueva Jersey, Bob Melendez, pareció haber sugerido el jueves que estaba abierto a un enfoque menos expansivo.
“Si podemos hacer que algunos elementos sean aprobados tanto en la Cámara como en el Senado, sería genial'', indicó.
Tom Jawetz, vicepresidente de la política de inmigración para ‘Center for American Progress’ indicó que las décadas de experiencia que tiene Biden en el Senado le ha dado una perspectiva realista de lo que es posible.
“También sabe cómo contar votos, y sabe lo que se necesita para llevar la legislación al otro lado” indicó. “Así que pienso que hay un verdadero potencial detrás de la presión ejercida en todos los aspectos y ver que surge a raíz de esto.”
Los demócratas tienen una tercera opción: utilizar una maniobra parlamentaria para agregar algunos de los artículos de inmigración a un proyecto de ley de presupuesto, lo cual requerirá solo 51 votos para ser aprobada. Los defensores han presionado a la nueva administración para que consideren agregar un camino hacia la ciudadanía y un paquete de estímulo económico que esperan que sea presentado luego de haber aprobado el proyecto de ley de VOID-19. Este enfoque podría ciertamente enfrentar grandes retos dentro del procedimiento.
“La meta final es asegurar que el 2022 no vaya y venga y que todavía no hayamos podido hacer nada sobre la inmigración para el Congreso entrante'', indicó Jawetz.
Los demócratas han expresado optimismo de que esta vez será diferente no solo por un cambio en la estrategia sino también porque indican que las políticas sobre el asunto han cambiado. Señalan el apoyo por parte de grupos de negocios hacia la reforma.
Martinez Rosas indicó que si el Congreso falla en tomar acción sobre la reforma, será “absolutamente” un problema para los demócratas en las elecciones del 2022 y en las próximas.
“Esto será una lucha, una lucha decisiva'', indicó. “La diferencia entre ahora y el 2013 es que el movimiento progresivo está unido alrededor del reconocimiento que la inmigración es un asunto que se debe arreglar.”
Alan Fram, escritor de AP, contribuyó con este reporte.
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